Orishas en Argentina, el underground de La Habana tuvo su fiesta en Buenos Aires
Tras casi 20 años de espera, después del receso y el reencuentro, y con el novedoso disco “Gorument” como carta de presentación para las actuales generaciones, el popular grupo Orishas aterrizó en un escenario de Argentina y tuvo una cita inolvidable con las personas que asistieron al primer concierto del grupo en Buenos Aires.
En el arranque del milenio, los Orishas fueron la banda de sonido de varios sitios de la escena under porteña, por esa fusión de ritmos latinos con el rap y el son cubano, sobre tres voces que se van escalonando para construir un infinito universo de versos y melodías.
Durante años, revolucionaron el ambiente y la industria. Eso potenció su trascendencia planetaria, y en forma de rimas, la identidad cubana rompió las fronteras. En la tierra del Che y por medio del “Tour Origen” ese vínculo se tradujo en encuentro el 5 de abril de 2019, en el Teatro de Flores, dos décadas después del nacimiento del grupo, allá por 1999.
Roldán con su mágica y limpia voz, Yotuel con su energía y versatilidad, El Ruzzo con su flow, aparecieron a partir de los acordes de “Represent”, esa pieza emblemática de los cubanos, que sirvió para una velada que estuvo marcada por la respuesta positiva de la gente que cantó de principio a fin cada uno de los temas que fueron apareciendo, incluso los más reciente del disco Gourmet.
La placa, un mosaico de sonidos curtidos desde las raíces criollas que los identifican, fue la excusa que los trajo a Argentina. En calve latina, Gourmet tienen varios artistas invitados, entre ellos la mexicana Lila Downs, al colombiano Silvestre Dangond y los cubanos Yomil y El Dany y Jacob Forever.
Entre algunas canciones de su repertorio más antiguo, donde no faltaron “A lo cubano” y “El Kilo”, saltaron a las flamantes y pegajosas “Bembé”, “Sastre de tu amor” y “Havana 1957”, que grabaron junto al gran pianista cubano Chucho Valdés y la española Beatriz Luego.
Para aumentar la propuesta, vendrían luego otras canciones como “Orishas 537” y “Nací Orishas”, para regalar en el cierre una síntesis perfecta de la isla caribeña, que en formato musical ofrece sus olores a caña de azúcar, tabaco y ron. Fue uno concierto de pura cubanía.
En el arranque del milenio, los Orishas fueron la banda de sonido de varios sitios de la escena under porteña, por esa fusión de ritmos latinos con el rap y el son cubano, sobre tres voces que se van escalonando para construir un infinito universo de versos y melodías.
Durante años, revolucionaron el ambiente y la industria. Eso potenció su trascendencia planetaria, y en forma de rimas, la identidad cubana rompió las fronteras. En la tierra del Che y por medio del “Tour Origen” ese vínculo se tradujo en encuentro el 5 de abril de 2019, en el Teatro de Flores, dos décadas después del nacimiento del grupo, allá por 1999.
Roldán con su mágica y limpia voz, Yotuel con su energía y versatilidad, El Ruzzo con su flow, aparecieron a partir de los acordes de “Represent”, esa pieza emblemática de los cubanos, que sirvió para una velada que estuvo marcada por la respuesta positiva de la gente que cantó de principio a fin cada uno de los temas que fueron apareciendo, incluso los más reciente del disco Gourmet.
La placa, un mosaico de sonidos curtidos desde las raíces criollas que los identifican, fue la excusa que los trajo a Argentina. En calve latina, Gourmet tienen varios artistas invitados, entre ellos la mexicana Lila Downs, al colombiano Silvestre Dangond y los cubanos Yomil y El Dany y Jacob Forever.
Entre algunas canciones de su repertorio más antiguo, donde no faltaron “A lo cubano” y “El Kilo”, saltaron a las flamantes y pegajosas “Bembé”, “Sastre de tu amor” y “Havana 1957”, que grabaron junto al gran pianista cubano Chucho Valdés y la española Beatriz Luego.
Para aumentar la propuesta, vendrían luego otras canciones como “Orishas 537” y “Nací Orishas”, para regalar en el cierre una síntesis perfecta de la isla caribeña, que en formato musical ofrece sus olores a caña de azúcar, tabaco y ron. Fue uno concierto de pura cubanía.
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