Cuando el fascismo español prohibió un concierto de Bob Marley en Madrid
En junio de 1980 el majestuoso “Uprising Tour” llevaba la música de Bob y los Waileres por varios países de Europa. El 29 debían presentarse en Madrid, y el 30 en Barcelona. El franquista Mariano Nicolás, gobernador madrileño, canceló la actuación del icono rasta en su ciudad. Por Mauri ElBueno
Vertiginosos, Intensos, movidos, así fueron los últimos tiempos de Bob Marley arriba de los escenarios. Más allá de la inyección o el impulso de las empresas discográficas para penetrar la música reggae en el mercado, la epopeya del artista del Tercer Mundo, una especie de rey rasta caribeño encabezando un exótico y atractivo fenómeno musical llamado “The Wailers”, despertaba admiración en diferentes lugares del planeta. En los años 80, el poderoso sonido jamaiquino se expandía con una armonía atrapante, y en ella sobrevolaba un mensaje universal.
El pasado 28 de junio, se conmemoró el 35 aniversario del emblemático concierto de Bob Marley en San Siro, Milán, ante 120 mil personas aproximadamente. Aquel evento histórico se dio en el marco del “Uprising Tour”, que al día siguiente los llevaría por España con los clásicos “I Shot The Sheriff”, “Is This Love”, y “War”. El 29 debían presentarse en Madrid. Y el 30, en Barcelona.
Durante la Dictadura de Francisco Franco, Mariano Nicolás se mostró como unos de sus mayores custodios del régimen fascista. Formado en el Frente de Juventudes de la Falange Española Tradicionalista, con el paso del tiempo ocupó cargos importantes: fue gobernador de Cuenca, Tenerife, Alicante, Córdoba y Valencia. El 29 de junio de 1980, cuando Bob Marley debió de tocar en el Estadio Román Valero, Mariano Nicolás era el alcalde madrileño. A horas del concierto, y de forma intempestiva, apuro los tramites y prohibió la actuación del ícono del reggae.
"Si me dejan, actuaré en Madrid", fue lo primero que largó Bob cuando se enteró de la censura. Varios días antes, en el mismo escenario, un recital de Lou Reed culminó con incidentes. Con ese motivo o excusa, Mariano Nicolás, que ocupaba el cargo de Gobernador Civil de Madrid, el propio 29, canceló todo.
Vertiginosos, Intensos, movidos, así fueron los últimos tiempos de Bob Marley arriba de los escenarios. Más allá de la inyección o el impulso de las empresas discográficas para penetrar la música reggae en el mercado, la epopeya del artista del Tercer Mundo, una especie de rey rasta caribeño encabezando un exótico y atractivo fenómeno musical llamado “The Wailers”, despertaba admiración en diferentes lugares del planeta. En los años 80, el poderoso sonido jamaiquino se expandía con una armonía atrapante, y en ella sobrevolaba un mensaje universal.
El pasado 28 de junio, se conmemoró el 35 aniversario del emblemático concierto de Bob Marley en San Siro, Milán, ante 120 mil personas aproximadamente. Aquel evento histórico se dio en el marco del “Uprising Tour”, que al día siguiente los llevaría por España con los clásicos “I Shot The Sheriff”, “Is This Love”, y “War”. El 29 debían presentarse en Madrid. Y el 30, en Barcelona.
Durante la Dictadura de Francisco Franco, Mariano Nicolás se mostró como unos de sus mayores custodios del régimen fascista. Formado en el Frente de Juventudes de la Falange Española Tradicionalista, con el paso del tiempo ocupó cargos importantes: fue gobernador de Cuenca, Tenerife, Alicante, Córdoba y Valencia. El 29 de junio de 1980, cuando Bob Marley debió de tocar en el Estadio Román Valero, Mariano Nicolás era el alcalde madrileño. A horas del concierto, y de forma intempestiva, apuro los tramites y prohibió la actuación del ícono del reggae.
"Si me dejan, actuaré en Madrid", fue lo primero que largó Bob cuando se enteró de la censura. Varios días antes, en el mismo escenario, un recital de Lou Reed culminó con incidentes. Con ese motivo o excusa, Mariano Nicolás, que ocupaba el cargo de Gobernador Civil de Madrid, el propio 29, canceló todo.
Al día siguiente, el 30 de junio de 1980, y con otro clima, unas 18.000 personas colmaron la Plaza de Toros Monumental de Barcelona. Para amenizar la velada, el grupo femenino I-Three arrancó con un set de su producción, sin Marley sobre las tarimas. Luego, como un tema introductorio y con el teclista Tyrone Downie arengando a sus seguidores, el profeta rasta apareció ante la multitud. Los espectáculos, mayormente, tenían una lista estándar que por lo general, como en este caso, terminaba con "Get Up, Stand Up".
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